viernes, 11 de diciembre de 2009

mágica navidad...




Ella mira hacia el horizonte desde su ventana. Con un nudo en la garganta que le aprieta hasta la última vértebra. Se agarra por dentro, desde todas partes para que las lágrimas no salten hacia el infinito. Sus pensamientos van en una sola dirección, rápidos como un rayo.


-menuda mierda de fiestas, tengo ya atragantadas las bolitas, las guirnaldas, los reyes mago y el papá noel de los cojones. El turrón, además de que aún no sé cómo, dónde, cuándo y con qué dinero voy a comprarlo, me está dando ardores de estómago, sin haberlo probado...


Y para colmo...ella sabe que no sólo es eso...los juguetes, los regalos, la familia que quiere verse esos días, más besucona de lo normal.


-tengo yo el cuerpo y los ánimos preparados para el tanga rojo del 31. Fijo. Sin paro, sin crédito, sin que la familia se estire con algunos euros hasta que me pueda organizar. Y para colmo, el cabrón, ni llama, ni ingresa la pensión de la cría. Claro que tampoco debe estar para tirar cohetes.


El aliento sobre el cristal de la ventana le permite tomar un respiro. Sin apenas ganas dibuja un pequeño árbol, con el dedo meñique simula pequeños copos de nieve. Aprieta la mano con rabia y dispuesta a borrarlo todo...


-mamá, mamá...pronto será la navidad, y tendré vacaciones...cuéntame otra vez como el abuelo te contaba historias mágicas esos días, déjame que yo también dibuje en el cristal. Dibujaré un muñeco de nieve pero que sea chica. Y una mamá Noel. Y las reinas magas. Anda cuéntamelo otra vez.

-sí mi amor, hace mucho tiempo, cuando en el mundo no había ni tiendas, ni luz eléctrica, ni todas esas máquinas que parecen monstruos tontos, en navidad, todo era un tiempo de una magía especial...siéntate y te lo cuento todo. Pero antes, déjame que vaya a la cocina a por una infusión.


Necesitaba un aliento para poder seguir hablándole a su único tesoro, esa pequeña de 4 años que mira al mundo con los ojos más abiertos que una luna llena.


el vecino del 4º


posdata: tras el dulce turrón, el pan de cadiz y las guirnaldas hay mucho más o mucho menos, cada uno mira con sus ojos...

7 comentarios:

Amaya Martín dijo...

Es lo que tiene la Navidad.., encierra en cada copo de nieve, detrás de cada guirnalda un balance..A veces es negativo, o al menos lo parece, pero no olvidemos nunca que un balance, dulce o amargo se hace por algo, es una semilla de futuro, una puerta abierta a la esperanza..
En cada lágrima, cada gota de agua nacida del alma empieza de nuevo la vida, que espera allí, en el horizonte, con los brazos abiertos, para ser vivida.

Besos mil

El vecino del 4º dijo...

Besos para tí, y agradecimientos...veo ventana abierta en tu comentario... me alegro...

Prometeo dijo...

¿Poruqe un realto triston hoy en especial? Aun queda tiempo para que la magia haga efecto, para que la cartas lleguen a los reyes y cumplan los deseos, para que el esos cinco millones de parados encunetren algo que hacer, pagado por supuesto; para que encuentren esa energia limpia y facil para todo el mundo y que ademas no contamina; para que se de cuenta todo el mundo que la plabra es amistad y amor...un abarzo.

El vecino del 4º dijo...

Ellos, querido amigo Prometeo, los relatos llegan en cualquier momento, sin pedir permiso...no llaman a la puerta, entran...directamente entran y se ponen encima de la mesa, del papel o de las teclas...en fin...así es...no puedo evitarlo...

el vecino del 4º

El vecino del 4º dijo...

Gracias MentesSueltas, que los buenos deseos se confirmen, aquí estamos empeñados en ello...

gracias además por la visita, hace frío, pero no hay problema, pasa...


el vecino del 4º

Veïna dijo...

Vecinoooooooo!!!

Enciende la chimenea que tengo las manos heladas!!!!

Feliz Navidad y Próspero año nuevo repleto de sonrisas.

Petonets

El vecino del 4º dijo...

Veïna, claro que enciendo...busco la maderita yaaaaaaa...felices fiestasssssssss....


muassssssssss

el vecino del 4º