lunes, 4 de marzo de 2013

Sobres... no gracias...

 
No les corre sangre por sus venas, son sellos invisibles para  esos sobres que circulan en todas direcciones. No tienen pesadillas en las que se quedan sin trabajo, sin saldo, sin casa...en sus bonitos sueños lo que tienen es un eterno desasosiego por cambiar la cuenta corriente a otro paraiso fiscal más lejano, más oculto. No les tiembla la voz ni la mano cuando aplastan, despiden y se orinan, cada día,  sobre los buenos hombres y mujeres en todos los rincones del planeta. No tienen memoria para sentirse culpables jamás por nada. Aman siempre de pago, por lo privado claro. Caminan erectos como si se creyeran que son la evolución de la especie. Y así hasta el infinito, es muy larga la lista de agravios entre unos y otros.
 
Son ellos o nosotros.
 
La luna continúa ahí arriba, no me extrañaría que cualquier día baje con un látigo hecho con cuerdas y expulse a quienes se lo han ganado a pulso. Igual ni siquiera es necesario que la luna se moleste en bajar al ruedo.-
 
 
posdata: somos gentes, somos buenas gentes que tienen un límite, casi infinito. Casi.
 
 
El vecino del 4º