viernes, 28 de junio de 2019

Y ahora qué...





De repente se preguntó y ahora qué...
Demasiado tarde,  había cerrado todas las puertas. Las llaves arrojadas a un pozo sin fondo.
Móvil quemado, pisoteado y reciclado en el contenedor.
Sin dinero, sin sueños, sin amigos, sin casa, sin coche, sin nada.
Pero calle abajo desapareció con una amplia sonrisa como cuando volvía del colegio con las mejores notas.
Y ahora qué...qué importa...

El vecino del 4º

posdata: ...  detrás de unos puntos suspensivos siempre viene algo...