Operario.-
En aquella ciudad era el único
operario que había. Sí, increíble pero real. Todo eran jefes de negociado, de
sección. Directores generales y subdirectores. Directores de departamento de
área y sección. Jefes por cualquier rincón. Juan no podía dejar de trabajar ni
un solo instante. Siempre vigilado, aunque nunca le tuvieron que llamar la
atención. Un operario perfecto que hacía que todo funcionara correctamente. Le
daba tiempo a recoger todas las papeleras de la ciudad, atender a la poda de
los árboles en otoño y al tiempo reponer productos en las tiendas. Capaz de
solucionar averías y reclamaciones de los usuarios de los distintos seguros. Un
mecánico increíble que era capaz de anticiparse a las averías siempre. En sus ratos libres, pocos, leía novelas de amor a los
ancianos en la residencia.
Un operario perfecto, como solían referirse cuando hablaban de él, que si
continuaba cumpliendo con los deberes con tanta eficacia hay quien decía que
acabaría ascendiendo de categoría.
- Horror!!!... entonces quién atenderá la ciudad?...
- No importa él es feliz amasa una inmensa fortuna, no
tiene tiempo para gastar el dinero que gana.
Vecino del 4º
Posdata: Hay cuestiones que pareciéndonos imposibles son tan reales y viables como la vida misma.