
El sudor me recorre la espalda, la frente va virtiendo gotas sobre mi rostro y el aliento creo que comienza a fallarme por momentos. No recuerdo por qué decidí subir estas escaleras pero ya no soy capaz de dar la vuelta. El corazón bombea cada vez más rápido, creo que las fuerzas me faltan pero haré un último esfuerzo. No debe quedar mucho, en realidad, me estoy dando cuenta en estos instantes que llevo toda la vida subiendo por esta escalera. Ahora sólo quiero llegar a su último escalón.
Un música de fanfarrias suena estrepitosamente, una luz cegadora se asoma en lo más alto. Creo que he llegado. Me explican que no es buen momento para las buenas gentes, que aquí también están con las malditas reformas, que han tenido que hacer un ERE en el cielo y que no sólo se están deshaciendo de los mejores, además quieren quitarse de encima unos cuántos ángeles. Me insinuan que lo mejor es que me de la vuelta y vuelva por donde vine.
Si el mismísimo cielo ahora es casi un infierno...qué haré cuando vuelva???...
El olor a azufre lo inunda todo, el viento helador de la noche se me está metiendo en los huesos, buscaré una cueva para descansar un poco. Procuraré soñar con alamedas y amapolas. Mañana será otro día.
El vecino del 4º
posdata: las fronteras de lo real y lo imaginario se están desdibujando...como en "Momo" los hombres grises parece que van ganando la partida...pero sigo pensando que volverán a perder la partida...
posdata: las fronteras de lo real y lo imaginario se están desdibujando...como en "Momo" los hombres grises parece que van ganando la partida...pero sigo pensando que volverán a perder la partida...