domingo, 17 de enero de 2016

Operario.-




Operario.-

En aquella ciudad era el único operario que había. Sí, increíble pero real. Todo eran jefes de negociado, de sección. Directores generales y subdirectores. Directores de departamento de área y sección. Jefes por cualquier rincón. Juan no podía dejar de trabajar ni un solo instante. Siempre vigilado, aunque nunca le tuvieron que llamar la atención. Un operario perfecto que hacía que todo funcionara correctamente. Le daba tiempo a recoger todas las papeleras de la ciudad, atender a la poda de los árboles en otoño y al tiempo reponer productos en las tiendas. Capaz de solucionar averías y reclamaciones de los usuarios de los distintos seguros. Un mecánico increíble que era capaz de anticiparse a las averías siempre. En sus ratos libres, pocos, leía novelas de amor a los ancianos en la residencia.
Un operario perfecto, como solían referirse cuando hablaban de él,  que si continuaba cumpliendo con los deberes con tanta eficacia hay quien decía que acabaría ascendiendo de categoría.


      - Horror!!!... entonces quién atenderá la ciudad?...

      - No importa él es feliz amasa una inmensa  fortuna, no tiene tiempo para gastar el          dinero que gana. 


Vecino del 4º
Posdata:  Hay cuestiones que pareciéndonos imposibles son tan reales y viables como la vida misma.