viernes, 20 de septiembre de 2019

Ocurrencia o pesadilla...



Sentado en su jardín, pensando en sus cosas. Respiró profundamente tras un día eterno, extraño y más largo que el infinito ida y vuelta y un poco más. 
Levantó una de sus manos y guiñando el ojo derecho su mano tapó una de sus estrellas favoritas, al retirarla la estrella llamada Hamal, la más brillante que la constelación de Aries había desaparecido. 
Volvió a repetir al azar, estrellas, planetas, constelaciones fueron apagándose silenciosamente. El universo se desvanecía sin que nadie se percatara. 
Se atrevió  con la luna. 

- Mi mano tiene un extraño poder que no comprendo. 

Sentado en su jardín mientras sus padres volvían del trabajo se dio la vuelta y probó guiñar y tapar su casa recién estrenada. La casa desapareció sin estruendos. Fue borrando su barrio, carreteras, semáforos, pasos de cebra, cubos de basura. Todo a su paso se desdibujó como la arena del desierto.

Un adolescente se perdió para siempre, llevándose el universo al completo. Sin previo aviso. El apocalipsis  que nos contaron sucedió de muy diferente manera. 

El vecino del 4º
posdata: un agujero negro en su mano. Y si no fuera una ocurrencia, o una pesadilla...






viernes, 28 de junio de 2019

Y ahora qué...





De repente se preguntó y ahora qué...
Demasiado tarde,  había cerrado todas las puertas. Las llaves arrojadas a un pozo sin fondo.
Móvil quemado, pisoteado y reciclado en el contenedor.
Sin dinero, sin sueños, sin amigos, sin casa, sin coche, sin nada.
Pero calle abajo desapareció con una amplia sonrisa como cuando volvía del colegio con las mejores notas.
Y ahora qué...qué importa...

El vecino del 4º

posdata: ...  detrás de unos puntos suspensivos siempre viene algo...




lunes, 20 de mayo de 2019












Tras su última decisión, absurda, sin sentido, aún no sabe por qué la tomó. Sigue dando vueltas a un agua que no lleva a ningún río, a ningún mar, a ninguna parte.  En su último paseo, al atardecer de una primavera anodina y triste. De repente paró en seco, dio la vuelta sobre si mismo y con una voz desconocida se dejó caer.
- Has sido tu...yo no quería...maldita sombra, no vuelvas hablar nunca más por mí.

El silencio atronador fue la única respuesta, las alondras y los gorriones buscando hueco para la noche. El sol guiñó los ojos a luna y el caminante continuó su paseo dejando allí mismo la mala sombra. 

El vecino del 4º
posdata: sin saber bien por qué...