miércoles, 26 de septiembre de 2012

No somos golpistas de nada...ustedes golpean al pueblo cada día...


Enfundados, protegidos y armados hasta los dientes. Encubiertos en el anonimato y en manada, ayer 25S, los policías descargaron en Madrid sin piedad contra jóvenes y mayores a las puertas de un supuesto símbolo de la democracia: el congreso de los diputados, donde según dicen reside la voz del pueblo que, por cierto, se aleja cada día más de una realidad contundente por mucho que traten de ocultarla. Gente rebuscando comida en los contenedores, bancos que dejan en la calle a trabajadores que han perdido su empleo y para remate les despojan de sus casas, familias enteras esperando en comedores de caridad poder llevarse algo a la boca. Mientras la banca y los de siempre acumulan y amasan ganancias en este mar de agonía lenta y dramática. Un mar sin salida a corto plazo. Y es en este terrible corto plazo donde los más débiles van cayendo hasta el fondo.

Cada vez que levantaban sus porras golpeaban contra sus mismos recortes salariales, sus recortados derechos sociales, sus menguados futuros, sus tambaleantes falsas expectativas.  Cada vez que golpeaban a jóvenes lo hacían sobre la educación y la sanidad tan pataleada en el trasero en los últimos tiempos. Cada vez que arrastraban a cualquiera de los manifestantes estaban arrastrando hasta el abismo lo más preciado de nosotros. Nuestra libertad de expresarnos pacificamente. Lo brutal es que un estado deje a sus ciudadanos en la cuneta de la cris, sin salida y sin protección alguna. Sólos frente a la nada.

Estuve el 25S para decir una vez más basta. Los ciudadanos sólo queremos vivir en paz. No somos golpistas de nada pero nos golpearon por todo. El congreso debe abrir sus puertas y escuchar a un  pueblo que va estando al borde de sus posibilidades.



El vecino del 4º

Posdata: sólo pedimos vivir dignamente de nuestros salarios, en nuestras casas, con derechos fundamentales como la educación y la sanidad pública, gratuita y universal. Sólo queremos ser ciudadanos con derechos y obligaciones. Amamos la libertad y la democracia participativa. Es demasiado lo que pedimos?...por favor no golpen más nuestras conciencias...





sábado, 1 de septiembre de 2012

Esta foto no es robada...





  He robado cientos de sueños que andan sueltos por ahí, sin dueño, sin que nadie los reclame, algún que otro beso con y sin respuesta al mismo, y las rosas que esperan que alguien se las lleve antes de que se sequen inútilmente en una planta olvidada, en cualquier jardín.
     Cuando no tenía dinero también robé unos libros que me hacían falta, la cultura no debería tener precio alguno. He robado pan a los gatos que jugaban, sin hambre, con unos mendrugos no demasiado duros. Sé quién le robó el bocadillo a un niño con mofletes rosados. Era y es mi mejor amigo. Ahora ya no podremos nunca más decirnos públicamente que somos los mejores amigos. 
   He robado poemas a las musas que se quedan dormidas en las aceras esas noches que se van de farra.
    Robaría al dueño del mundo la llave de la felicidad de todos, si supiera quién es el dueño y dónde esconde la llave. Si es que existe. 
  He robado tiempo a la noche para evitar contar, al día siguiente, la misma pesadilla de siempre. Nunca recuerdo las pesadillas, pero según me levanto sé que he soñado alguna. 

   He robado todo lo que he podido, cosas que nadie quería,  siempre como, casi,  un humilde bandolero, siempre sumido en la pobreza. He intentado robar la violencia para convertirla en risas o en silencios. Pero siempre fracasé, de vez en cuando vuelvo, incansable, a intentarlo. No tengo muchas otras cosas que hacer. 

     En cambio hoy, aunque parezca increíble esta imagen, esta foto que encabeza mis palabras. No ha sido robada, o tomada prestada,  por esa infinita red de internet. No siempre robo. Yo mismo me sorprendo de vez en cuando. Acabaré siendo legal un día de estos. Qué asco. 

El vecino del 4º

posdata: el día que todo sea de todos a quién le robaremos...