Un año más, el otoño atrapará este ciudad que va del gris al gris sin remedio. Las hojas caerán sin pedir perdón, sin llamar como el cartero dos veces y no pasará nada. Nada.
Ya hace años, no recuerdo con claridad, no sabría decir cuántos que en esta ciudad no miramos al suelo, no olemos cuando cambiamos de estación. Tenemos suficiente con montar, con frenéticas prisas, del autobús al metro, del metro al tren de cercanías para conectarnos cuanto antes a algún Pc en el trabajo o algún dispositivo cualquiera. Hay tantos que no importa a cuál.
Este otoño de nuevo el suelo de asfalto tendrá noches cubiertas de miles hojas que escriben poemas invisibles sobre nuestra ciudad. El olor a castañas y musgo pasará de cerca pero apenas será perceptible. Este año de nuevo en la urbe se instalará un manto verde que poco a poco morirá para avisarnos de algo.
Yo quiero que me pille alerta. Tú sabrás lo que haces.
posdata:este otoño mira al suelo, en el cielo ya sabemos que conviven estrellas, musas y algunos creen que también los dioses.