miércoles, 27 de enero de 2010

La loma sin nombre.-



En la última luna llena se reunieron a escondidas. Eran pocos los últimos amantes de la luna, pocos los que además lo reconocían y pocos los que se atrevieron a quedar juntos para ir a verla. La noche brillaba como si toda la plata del mundo se hubiera vertido sobre aquella loma sin nombre en la que se habían citado. Todos fueron puntuales, llevaban en sus manos una rosa blanca, los ojos vidriosos, en silencio fueron llegando, algunos para pasar el tiempo fumaban mirando al horizonte.


La luna llena presidía un firmamento infinito, como si todas las estrellas se hubieran puesto de acuerdo apenas se las veía.


Llegada la hora, uno de los hombres levantó sus brazos al cielo, con un gesto le brindó su rosa blanca, para a continuación entre sus manos deshacer todas sus hojas y lanzarlas al viento.


Sin más protocolo dirigió unas palabras sin dejar de mirarla.


- Hemos sido tuyos, cada día, cada instante. Hemos permanecido leales y fieles a tí. Sin pedirte nada a cambio, hemos derramado lágrimas, placeres y versos sobre su piel en cada uno de nuestros sueños. Y esta noche venimos a decirte que sabemos que no somos tus elegidos, que no nos tienes en cuenta. Sabemos que andas con otros.


Toda respuesta fue un silencio largo, las hojas blancas de las rosas caídas en el suelo querían elevarse con aquella ligera brisa, como única respuesta, que fue como un toque de queda, tras lo cual. Uno a uno fueron desapareciendo para no volver a verse nunca más.



el vecino del 4º


posdata: ... la luna tiene un amante en cada estrella, y por las noches cuando se cierran todas las tascas estelares, cuando los hombres duermen profundamente hasta el día siguiente con su silueta, ella escucha un viejo blus, golpea con sus nudillos sobre la barandilla de un parque y da un beso increíble al viento que la cabalga con jadeos que silvan como lobo planetario...

domingo, 17 de enero de 2010

Los mares de Argón.-



Me asomo a la ventana, como tantas otras veces, dejo que la vista se escape hacia el horizonte, hacia el infinito, mucho más allá de cualquier sueño reciente. Y comienzo a ver con claridad. Estoy, tal vez, al otro lado de la última luna de una Galaxia que aún no tiene nombre, cerca de los mares de Argón, entre una oscuridad luminosa y un silencio de millones de años sin que nadie perturbe el momento y la vida que sin duda aquí se manifiesta.


El corazón me golpea en el interior como con ganas de salir, la respiración en cambio casi se me ha parado, los ojos como estrellas de cuarzo y cristal, asombrado e inmovil miro con atención. Son dos cuerpos, dos seres vivientes indescriptibles. Una mezcla de los sueños más ocultos y la evolución más extraña.

A lo lejos, mi primera impresión es que están danzando, demasiado rápido, sin movimientos simétricos, con un ritmo desconocido para mí. Al acercarme más, al aclarar la visión, la escena me resulta más primitiva. Están peleando, no puedo creérmelo. Me muevo años luz de mi ciudad gris y encuentro que la pelea es un gen universal y constante. Me restrego las manos sobre los ojos para dejar de ver escena tan dantesca. En la pelea, veo como las manos se aferran al cuerpo del otro, se rasgan, se golpean, se abrazan para aplastar las vísceras, o lo que sea, en su interior. No escucho los quejidos, pero sin duda sus cuerpos y sus rostros se retuercen de dolor.


Un luz cegadora les inunda, y quedan inmóviles. El tiempo se detiene para todos.
No era una pelea, no era un baile, ni tan siquiera un ritual planetario ascestral. Deduzco que estaban haciendo el amor. Una de las criaturas rodea con sus manos el abdomen y con gestos da las gracias a su pareja. Una luz intermitente anuncia que algo está ocurriendo en el interior de su cuerpo. En pocos minutos, ante mi sorpresa y admiración nace una criatura.


Cierro los ojos, agotado de tantas emociones.

Al despertar, compruebo que sigo sentado en mi mecerdora, frente a la ventana, esta mañana de niebla he ido más lejos que otras veces con la cabezadita que he dado.



El vecino del 4º


posdata: tras la niebla el horizonte te puede descubrir más sueños de los esperados...

miércoles, 6 de enero de 2010

mágico, cuarto y camarote???...




Parece que va a ser un día de esos tranquilos, entrañables. Abriré la ventana y entrará ese frío mezcla de niebla, y casi nieve que hace que al respirar vuelva atrás en el tiempo...La ciudad parece haber desaparecido antes mis ojos, y sin embargo se bien que está aquí mismo. La escucho susurrar como todos los días. Con el tiempo creo que nos vamos entendiendo.


Se oyen unos rápidos toques en la puerta, que raro, ya casi nadie usa los nudillos para llamar. Abro la puerta.


-Verá señor, cómo explicarle, somos los Reyes Mayos y los paparazzis no nos dejan tranquilos, no podemos hacer nuestro trabajo. Déjenos entrar en su piso y trataremos de despistarles. A los camellos se los hemos dejado en el descansillo del 3º, vestidos de "Dracscuin", no creo que den con ellos.

-En fin no sé que decir, pasen y acomódense.


Intentaré ponerles un café, un chocolate o algo. Invitados tan inesperados a estas horas de la mañana no es frecuente.


-Oiga señor!!! llaman a la puerta, aprovechando que usted está en la cocina, podemos abrir???.

-Si claro, están en su casa.


Melchor tan amable y servicial como yo lo había imaginado de pequeño. Qué otra cosa podía decirle.


-Buenos días soy Melchor, qué desea?. El señor de la casa está haciéndonos unos chocolates calentitos.

-Pues verá, yo soy el conserje, que vengo a refugiarme en el 4º. El marido de la del 5º se ha enterado que entre su mujer y yo hay algo más que palabras.

-Pase, pase, no tiene que darme explicaciones estamos al tanto, los Reyes Magos lo sabemos todo. Esto se va a poner feo.

-Es Juaquín, el conserje, pero usted siga con los chocolates que nosotros le atenderemos.

-Si claro, ya se lo advertí, estos líos de faldas, más tarde o más temprano, acaban conociéndose. En fin...


-Oiga, vuelven a llamar a la puerta. Qué hacemos?...tardará mucho con los chocolates?...

-Abran, será la señora del 5º que viene pidiendo refugio político. El chocolate se tiene que hacer a fuego lento. Esa es la clave del éxito.


-No se preocupe, usted a lo suyo...Nosotros seguiremos abriendo.


Y así fue, como esta mañana, ante mi asombro y el asombro de los que van llegando, en mi 4º se van juntando una fauna y flora de lo más variopinta. A la señora del 5º, se unen las hermanas gemelas del 3º, que procuran no perderse nunca el curso de las últimas noticias. Dicen los vecinos que tienen más de 80 años, pero ellas dicen no aparentar más de 60...y así lo parece, son una fuente inagotable de información.

Al poco tiempo, llegan con prisas también los hermanos del 2º, han tenido la ocurrencia de sacar los juguetes de toda la familia, antes de que los Reyes acaben la Cabalgata, los gritos se oían desde mi 4º. A nadie le extrañó que acabaran pidiendo auxilio en mi casa.

Después llegó el fontanero, que lleva meses para arreglar una avería, la modista que nunca se había decidio a tomarme medidas para una camisa. Hoy no es el día, pero ella ha insistido.


-Señor, comprendo que usted sea un crápula, tanta gente por aquí, están por todas las habitaciones. Pero yo he venido a hacer mi trabajo, o se está quieto o acabaré pinchandole con un alfiler. Usted sabrá...

-Si, si, usted a lo suyo, procuraré estarme quieto. Hoy está siendo un día un poco movido.


El follón poco a poco iba en aumento. Vinieron los polís, alguien del edificio había llamado. Más tarde los bomberos. Una falsa alarma, una broma típica de algún joven del edificio de enfrente. De repente los Hermanos Marx llegan sin avisar. Entran y salen por todas las habitaciones, firmando autografos y cobrándolos a 5 dólares, el mudo les aconsejaba que suban el precio del autografo, pero nadie le hace caso.

Llegan los bois y unas chicas tremendas y montan un striptease. Es el único momento en que todo el mundo se queda quieto y mirando fijamente a esos pedazos de cuerpos. La policía sigue pidiendo la documentación, nadie lleva DNI, a mí me han fichado al menos cuatro veces, con amenaza de llevarme a la cárcel.


-Amigo, se le va a caer el pelo.

-Ya, ya me doy cuenta, pero no es de ahora...llevo un tiempo, va poco a poco, pero no hay manera de deterner la caída...

-No bromee que esto es muy serio...

-A mi me lo va a decir que soy el que pierde el pelo. Ya voy pensando en una gorrita parisina o algo...


Entran en escena un domador de serpietes, unos enanos del bosque, blancanieves que se está dando el lote con un príncipe con pirsins y tatuajes por todo el cuerpo. Juana de Arco corre desde el salón al WC.


-Esto es la guerra!!!! no pasarán...más madera!!!!!!!...esto es la guerra.


Una marcha de pacifistas, un corro de saltimbamquis, unos mimos, unos siete u ocho payasos. Un desfile de ovejas y uno de cabras. Unos monos que saltan de lámpara en lámpara. Dios mio. Debo estar volviéndome loco, nunca imaginé que en un 4º de tan pocos metros cuadrados cupiera tanta gente.


De repente alguien da un aviso.


- Ehhhhhhh...gente, es la hora.....vámonos...
En tropel, sin dar muchas explicaciones me quedo sólo en unos minutos.
Es la hora mágica en que los Reyes Magos van dejando los deseos que todos han pedido.


Y ahora quién recoge todo esto???. En fin...voy a sentarme frente a mi ventana, respiraré ese frío que entra hasta las entrañas. Ha sido una locura pero muy divertido. Estas cosas no pasan todos los días, afortunadamente.



El Vecino del 4º


posdata: mágico???...cuarto??? o camarote???...quién sabe, de todo un poco...o no???....