viernes, 8 de abril de 2011

deprimida...



Papá, creo que estoy deprimida, cierro los ojos y no quiero hacer nada, no quiero navegar en internet, no quiero jugar con mis máquinas, no quedo con mi gente, no salgo, no entro. Tengo un sabor amargo a plutonio, cesio y estroncio cada vez que trago saliva. Me siento culpable cada vez que enciendo una bombilla, cada vez que me tan un toke al móvil.


- No te preocupes hija. No estás deprimida, sólo estas preocupada. El poder siempre hace lo mismo, son ellos los que construyeron las Centrales Nucleares. Ahora que han reventado en el Japón, además quieren que nos sintamos culpables.


Padre e hija, miran en silencio, su ciudad al fondo, se funden en un tierno abrazo. La calima ha asaltado esta primavera antes de tiempo. Pero el agua acabará volviendo para refrescar nuestras dudas, nuestros silencios, nuestros miedos... Tal vez esta vez no pueda limpiarlo todo. Aún así, los simples mortales no debemos deprimirnos. Si preocuparnos.



el vecino del 4º