
Sobre la furia de momentos atrás, el silencio bañó la noche perdida en una ciudad cada vez más pintada, de miles de colores, por los grafiteros del barrio, como si intentaran, inutilmente, tapar el gris sucio y urbano. Los amantes apenas se movían y entre sudores, ella al fin pudo balbucear entrecortadamente.
- Me quieres?...
- ...
- Por qué tardas tanto en contestarme?...
- Sí...te amo... como si jamás hubiera amado. Como si fuera mi primera vez. Jamás nadie me entregó tanto su cuerpo.
- Entonces?...me quieres?...
- Sí... te quiero.
- Por qué tardas tanto en contestarme pues?...
Cuando se ama como un animal, el tiempo deja de tener medida propia. Las palabras no siempre llegan a tiempo.
- Me crees?...
- Sí, pero necesito preguntartelo de vez en cuando. Y mirarte a los ojos. Y medir el tiempo de tu respuesta... Entonces?... me quieres?...
- Sí.
- Bésame, seré sólo tuya mientras me quieras. Aunque tardes en contestar.
El olor al último grafiti entra por la ventana sin llamar. Unas carreras precipitadas en el callejón y el sonido de unas sirenas, de fondo, anuncian como siempre que la policía no llega a tiempo. Un beso resuena entre las sombras mientras las dudas cabalgan sobre las nubes del firmamento, tal vez, hacia ninguna parte.
El vecino del 4º
Posdata: Ella sabe que él la ama. Él la ama más que a nada en este mundo. Pero ella necesita escuchar esa vieja y eterna cancioncilla...Él la canta como un viejo blus, lentamente...como si la canción no fuera con ellos...