
Aprovechando que todos se habían ido a desayunar. Ella le miró con unos ojos impresionantes, un brillo especial, incluso antes de hablar pasó su lengüecilla por los labios. El supo que había llegado el momento.
- Ven. Tenemos el tiempo suficiente-dijo ella-.
El tomó aire precipitadamente, comenzó a hablar, antes de que ella pudiera reaccionar, sus manos no paraban de moverse, un tanto atropellado, pero dijo todo lo que tenía que decir a quema ropa, sin titubeos.
- Estaba esperando que me dijeras eso. Ven... cielos!!! en tus labios que bien suena. Yo lo dejo todo por tí. Mi mujer, mi suegra, mi cuñado. No tengo hijos, y por lo que te he escuchado decir, los animales no te gustan. Yo también paso de caniches sarnosos y compañía. No soy todo lo que dicen de mí. Llevo un poeta y un revolucionario dentro. En cuanto que me des el primer beso comprenderás que somos el uno para el otro, aunque no lo parezca una parte de mí es una bomba sexual. Te adoro, sueño contigo desde el primer momento que te ví. Me pones a cien. Entre los informes y cierres de balances no se cómo ocultar las erecciones que me provocas.
Ella como si no hubiera escucha nada. Le paró en seco poniéndole su dedo índice entre los labios para parar tanta berborrea descontrolada.
-Anda calla, ya me avisaron que eres el más loco y divertido de la oficina, siempre imprevisible, creativo con las cuentas y buen compañero. Escucha tengo que contarte un secreto. Céntrate que vendrán del desayuno y no me habrás dado tiempo para contártelo.
El quedó en silencio, se relamió discretamente los labios, por dónde había pasado el suave dedo de élla, búscando el sabor de su piel, y escuchó sin darse por vencido. Pensó para sus adentros "Una derrota,temporal, no implica perder la guerra".
el vecino del 4º
posdata: si todas las posdatas me cuestan más trabajo que el propio texto, en esta es que directamente no sé qué decir...espero vuestra comprensión, a veces desde mi ventana veo escenas un tanto inexplicables...