
Leandro, caminaba con aire distraído cada vez que tenía un nuevo sueño. Pero además mostraba otras señales fáciles de identificar.
Si se rascaba la entrepierna, había tenido un sueño con una de esas casas-prostíbulos que tanto prosperan en las carreteras.
Si no dejaba de tocarse el bolsillo derecho trasero, del pantalón, donde siempre llevaba la vieja cartera de piel, el sueño había sido con el fisco.
Sin lugar a dudas. Sus toses entrecortadas y repetitivas, anunciaban que ese día también intentaría dejar el tabaco. Tenía un horrible sueño, cada siete días más o menos, en el que le extraían parte del pulmón izquierdo por culpa del "rubio" como el se refería al hablar del tabaco.
Pero aquella mañana, la cosa debió de ser distinta a otros sueños.
Se levantó, sobresaltado, mucho más empapado en sudor que en otras ocasiones.
Se tocaba la cabeza, se daba pequeños golpecitos como buscando la respuesta acertada. Sin duda, no sabía interpretar el último sueño.
Había soñado con una Musa, una de esas extrañas criaturas, que se supone que sólo visitan a escritores, poetas o pintores.
Él, Leandro Guzmán, un sencillo afilador, de los pocos que aún quedan, había soñado con una Musa y ella le vino a decir.
- Leandro, hombre de Dios. Deja de soñar para vivir sólo entre sueños. Vive!!! ... Vive la vida tal y como la sueñas...
Se daba golpes sobre la cabeza, mientras las palabras de la Musa resonaban como cascos de caballos que en el horizonte corrían despavoridos.
El vecino del 4º
posdata: interpretar sueños, ya es comprometido, interpretar lo que una Musa te dice en uno de ellos es como rizar el rizo en una oronda calva...
10 comentarios:
Creo que esa musa, más de alguna vez nos ha visitado, los que gustamos de la escritura, soñamos demasiado, y a veces perdemos el sentido de lo real.
Un abrazo y mis saludos fraternos.
Muy buen relato vecino del cuarto. Las musas que han visitado mis sueños no han sido nunca literarias sino musas fatales en forma de leves recuerdos que aseguren su permanencia en mi vida real. Es difícil interpretar ciertos sueños.
Una musa práctica.., sin duda, no me extraña que el bueno de Leandro se levantara sobresaltado y empapado en sudor.
Siempre hay de todo, incluso entre las musas.
Creativo, original, con esa magia y ternura tan especial de siempre
Besos.
Me alegro que estés bien y de vuelta..cucú..!
Los sueños son mundos extraños en esta cabeza que llevamos siempre con la ilusion de algo nuevo, algo que nos pemita seguir avanzando hacia la siguiente esquina: significaria algo asi como que sabe lo que tiene y lo que quiere, no necesita mucho ams...cuidado con los sueños pueden realizarse. un abarzo.
Creo que tengo suerte porque muy pocas veces recuerdo lo que sueño y, por lo tanto, no divago con interpretaciones.
Aunque, la realidad, es que, muchas veces, querido vecino, los sueños de ojos abiertos son todavía más complicados.
Buen relato.
Bicos.
Todavía recuerdo el sonido del chiflo de los afiladores que me encantaba oír.
Como decía W.Disney...Ahora no duermo para descansar, ahora duermo para Soñar...
Me gusto mucho tu relato.
Abrazos.
Taty,Marcos,Amaya,Prometeo,Fonsi, Adriana...en fin...así es o al menos así veo yo el mundo de los sueños y de las musas, parece que más o menos coicidimos en lo fundamental...un placer vuestras eternas visitas, siguen siendo un permanente ánimo para continuar por aquí...
besos-besos
gracias-gracias
el vecino del 4º
Los sueños siempre son complicados, porque nunca nos dicen las cosas de forma clara y comprensiva, al contrario...son como puzzles horribles que mezclan personas, situaciones y objetos de una forma a veces brutal, que nos hace despertarnos sudorosos y con palpitaciones...por eso parece que la Musa vino a reconvenirlo, para que dejara de soñar y viviera la vida...excelente relato entre la realidad y la ficción....un abrazo de azpeitia
sorprendente, Azpeitia, siempre entras en detalles de analisis con bisturí amigo y afinas hasta el fondo...gracias por tus comentarios...
saludos-saludos
el vecino del 4º
Soñar Soñar nunca dejes de soñar
Un Abrazo
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