domingo, 2 de mayo de 2010

alfombra mágica...



Hacía pocos días que había llegado de Túnez. Uno de esos viajes a los que se apuntó sin demasiado interés, sólo para tomarse un respiro y poder seguir trabajando como una máquina diariamente, como la mayoría de las veces más de 10 horas diarías. Turnos de locura, llamadas al móvil para atender a una urgencia, en fin... siempre pendiente de las incidencias, un auténtico esclavo de su trabajo.




Un típico viaje organizado, buenos hoteles, con spá y ambientes selectos, en algunos por las noches sonaba el piano al fondo como en Casablanca. Durante el día se dejaba llevar por el guía que no paraba de hablar pero apenas le hacía caso. En realidad estuvo casi todo el viaje como ausente, sólo necesitaba desconectar del mundo...


Y ahora estaba en su estudio de la Gran Vía, un ático pequeño, pero perfecto, en lo más alto del centro de Madrid, mirando aquella pequeña alfombra que compró en un mercado perdido de un pueblo que no lograba recordar su nombre.


Se sentó sobre ella, recordando que el vendedor le avisó una y otra vez que era una alfombra mágica, que tuviera cuidado con los deseos, que algunas veces se cumplen.


- Llévame al otro lado del universo, quiero poder dormir sin pesadillas ni remordimientos. Quiero no volver a tener que poner el reloj para despertarme siempre con prisas.


A Fernando nadie le ha vuelto a ver. En su estudio no encontraron huellas ni indicios de robo, ni siquiera habían revuelto nada. Solo encontraron su gato aullando y hambriento, las plantas sin regar desde hacía unos tres días...y la ventana entreabierta. Nunca más se supo de él. Ni contestó al móvil, ni a su correo electrónico.


La Gran Vía cumplió cien años, recién, estos días pasados , la magía de las ciudades como Madrid siguen conectando con las arenas de los desiertos lejanos y con las fantasías más profundas de gentes como Fernando que sin saber qué quieren, a veces cierran los ojos y piden, incluso más de lo que desean.



El Vecino del 4º


posdata: yo hace tiempo que no pido deseos, procuro vivir cada día como si fuera mi mejor sueño...


11 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces son los deseos los que hacen que, poco a poco, se mueva el mundo...

Amaya Martín dijo...

Tenemos una alfombra, tejida de sueños, y es la imaginación..que en tu caso concibe para nosotros, para el mundo entero..los más bellos relatos..

Volando hacia la fantasía de tu mano, una vez más..Despegamos!

Besos

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Desde Ícaro, el hombre siempre ha soñado en volar a lugares lejanos, por motivos muy distintos. En tu relato el protagonista busca subconscientemente alejarse del mundo en que vive...tu relato es casi una Parábola...enhorabuena por tu siempre creativa imaginación...un abrazo de azpeitia

El vecino del 4º dijo...

sin duda sigo creyendo que en los deseos, en la fantasía y en los sueños está el futuro del universo...todo envuelto con equilibrios, justicia y mucha poesía...las musas siguen esperando que recobremos la razón...yo?...procuro dejarme llevar tras unos versos, unas faldas y la piel que arde como el sol del verano más profundo...

el vecino del 4º

gracias mil: Lumieira, Amaya y Azpeitia...

Prometeo dijo...

Si, cuidado con los deseos pueden cumplirse...sabes aquel de un hombre por el desierto, encuentra una botella con un genio y le pide pues tres deseos. El primero al ver un palacio en al lejania pues que su casa fuese como aquel palcio,,, no tres veces mas grande....al cruzarse con un jeque con su haren pues pidido un haren como aquel solo que tres veces mas grandes y trees veces mas jovenes las mujeres.....al ver un bbrioso caballo en la lejania pues pidio un "aparato" como el del caballlo y llega aus casa, que digo casa, un superpalacio de cojones; entro en el haren y se encontro con cientos de jovencitas que le esperan ansiosas y nervioso y deseoso se fua a la habitacion se quito las ropas, se miro en el espejo todo sonriente y ...."diablos, si era una yegua".....cuidado con los deseos como bien dices...un fuerte abarzo.

El vecino del 4º dijo...

prometeo...jejjejejjeje...cuidado con los deseos...prometeo-prometeo...jejjejejejjee...

saludos

MAR dijo...

Ese es el mejor deseo y regalo de la vida....el aprender el día a día, disfrutando de todo lo bello que nos da la vida, el sol de la mañana, las flores, las sonrisas, de noche las estrellas brillando el cielo, el mar, la luna.
Besos para ti llenos de cariño.
mar

Patricia 333 dijo...

procuro vivir cada día como si fuera mi mejor sueño...



Tambien al igual que tu procuro vivir asi

Un beso

333

Unknown dijo...

A veces son paces casi mágicos que hacen que nuestro mundo fluya....

Gracias por tu encantador decir en mi blog.

Dejo mi huella plena de sentires a fin de deja lo mejor,


Os Digo:


Un cariño desde mi alma
Una rosa desde mi corazón,
Una plegaria desde mi ser
Mi esencia por agradecimiento
Deposito a vuestros pies!

Marycarmen



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Belkis dijo...

Estupendo relato. Yo también soy de esas soñadoras empedernidas que a veces dejo volar la imaginación hacia mundos de ficción. Cierto es que tenemos que tener cuidado, porque esos deseos se pueden cumplir y depararnos despertares no siempre halagueños. Me gusta tu estilo. Muy bueno Vecino
Un saludo

fonsilleda dijo...

Haces bien en vivir día a día como si fuera lo mejor, el mejor y mas fantasioso y anhelado sueño.
De cualquier manera tu historia también ayuda a soñar y a pensar que, a veces, esos sueños incluso pueden golpearte.
Buen vecino del cuarto.
Bicos