
Y dijo... así no...sólo era una sugerencia, un punto de vista. Una insinuación sutil. Ni si quiera lo dijo con malos modales, ningún gesto cortante, apenas si se escuchó su voz en el taller de coches. Solo pretendía ayudar con su experencia en su primer día de trabajo.
- Lo tienes claro. Para ser el nuevo...ya parece que vienes tocando los cojones... O es que no te has enterado que ahora con la reforma laboral cuesta hecharte menos de lo que vale cenar y hechar un polvo en cualquier garito. Anda, vístete que estamos montando el motor a este coche que el dueño quemó por chulo. No me calientes que el jefe está a punto de llegar y no quiero darle tu primer parte negativo.
Julián tiene casi 54 años, tragó saliva y se dirigió a las taquillas. Le han contratado por mediación de un conocido del dueño. Tiene que estar agradecido. Procurará no meterse en ningún lío. Es su primer día y le ha prometido a la parienta morderse la lengua. Respira porque sabe que ahora podrá pagar la hipoteca y su hija seguirá estudiando. Llegará justo ,como siempre , a final de mes. La cosa está jodida pero no puede dejar de pensar que están montando mal el motor. Además le ha dado tiempo a ver que faltan, al menos, un par de arandelas y una pequeña junta.
- Nuevo!!!!!...ya estás tardando en cambiarte, que esto no es una pasarela de modelos.
El vecino del 4º
posdata: Julián no sabe que es casi seguro que no supere el periodo de prueba, en realidad lo sabe pero se muerde los labios procurando que no se note...lo hace por Francisca, por ella haría cualquier cosa y por su hija.