miércoles, 8 de octubre de 2014

Despedida pero aliviada.-

Allí estaba ella, sentada frente a la responsable de Recursos Humanos.Le hervía la sangre, los calores le subían por todas partes, intentando disimular el sudor y el cosquilleo nervioso que se apoderaba por momentos.

- Bien señorita Eva. Es consciente, supongo, de por qué está aquí.No le haré más larga la espera. No la renovamos el contrato. Hemos valorado su trabajo y usted no rinde lo que la empresa exige para su puesto. Esto no es una charla para que rectifique...es la notificación de su despido. A la salida recoja sus cosas y firme la documentación que le tienen preparada. Alguna duda...algo qué decir???...

Un rayo de luz se le cruzó en un instante a Eva. Respiró como si un mundo nuevo hubiera nacido  y todo su cuerpo volvió a ser el de siempre. Pulsaciones normales, sudoración cero y se dispuso a decir unas palabras.

- Sí, diré todo lo que nadie ha sido capaz de decirle nunca. Debajo de esas faldas usted no ha sido nunca una mujer. Es un puto jefe frustrado al que le huele el aliento a podrido, incluso antes de que naciera. Y por cierto, no es un rumor...su marido, el dueño de esta puta empresa me comió hasta lo entresijos más de una vez. Y sí, lo hice por dinero, y dígale de mi parte  que está tan podrido como usted. Me voy que mi novio, que es músico, tiene hoy concierto. Adiós...me voy a estar riendo de tu jeta el resto de mi vida. 

En el despacho se escucharon todo tipo de improperios, pero Eva se alejó como una delicada garza, danzando mientras caminada sobre una partitura del músico que amaba hasta perder el sentido.
El mundo no tenía remedio pero aquella noche escucharía baladas de blues hasta perder el sentido. Después haría el amor hasta encharcar el colchón y algunos días después igual le contaba lo de su despido y la conversación de aquella tarde. 

El contrabajo no dejaba de sonar de fondo mientras se aleja de aquel infecto edificio. Un día de estos las autoridades acabarían cerrándolo. 


El vecino del 4º

posdata: El blus se hace con la noche para entrar en nuestros sueños más profundos.-







2 comentarios:

Marcos Callau dijo...

No hay nada como estar en el paro para saber lo que es la libertad... Hay que consolarse de alguna manera. Eso sí, yo he pensado mucho en el novio músico. ¿La chica le fue infiel? Espero que no. Saludos.

El vecino del 4º dijo...

Jejejeje....jamás le será infiel. Saludos...y gracias por la visita....