sábado, 27 de diciembre de 2014

pelea sobrevenida...


Se aferra a un fusil como el que se agarra a la vida sin saber para qué vivir.
Ahora en sus juegos no juega al escondite para pasarlo bien. Se esconde para cazar o evitar ser cazado. El corazón le va a más de mil por hora siempre. Sus labios se encogen de pánico, aunque jamás lo reconocerá. No puede dejar de correr en silencio para ser invisible.
Por las noches no sueña con el país de los juguetes siempre recién estrenados. Encuentra cuerpos desmembrados allá dónde se deja caer cansado de luchar cada día. 

Es un niño con arrugas de hombre viejo. Es un aprendiz más de la guerra. Una guerra también sobrevenida. 
Una guerra que se contagia como los virus que caminan sin permisos legales por toda la faz de la tierra. Intentando llegar más allá de los confines del universo. 
Envuelto en humo y niebla que mancha por dentro y por fuera. Un humo que le tatuará la piel para siempre.

el vecino del 4º

posdata: guerras malignas que impiden que los niños sueñen sueños simples y tan necesarios. Maldigo las guerras y a quienes las promueven por intereses espúrios. 





1 comentario:

Anónimo dijo...

buen día...pasenlo bien...