domingo, 30 de octubre de 2016

Casi vacío.-


Metió sus dedos dentro, esta vez no para satisfacerse. Sólo quería descubrir si ella seguía allí dentro. 
Si seguía siendo la misma de siempre. Si dentro de ella misma habitaba ella misma. 
Descubrió lo peor que cualquiera puede descubrir. Estaba vacía. No había nada. No había nadie. 

A continuación comenzó a acelerar los movimientos de sus dedos sin pensar en su terrible drama.
Al fin y al cabo se alejaría de ella misma pero, al menos, habiendo disfrutado por última vez. 


El vecino del 4º

posdata: cualquier excusa es buena para encontrar en la satisfacción un momento especial.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vecino,

Es una historia (cuento) SIMPLEMENTE FABULOSO!!!!

Saludos

Samantha

Lil de Veró dijo...

Microrrelato porno duro duro y tan emotivo a la vez. Me encanta!