domingo, 7 de junio de 2009

momento mágico


Ella cierra sus manos frente a él. No tiene nada. Nunca tiene nada. Pero a él poco le importa. Ahora, hoy, es un día diferente.
El calor cae sobre el asfalto como si fuera el día del juicio final, como si nada pudiera evitar el fatal desenlace. Como si todos los pecados, o como si todos las buenas intenciones no pudieran salvar a nadie y todo diera igual.

- mira amor, he aprendido algo. Ves?...cierro mis manos, cierro mis ojos y al abrirlos...
- no me digas nada. Como siempre no tienes nada entre tus manos...pero te queda tu bella sonrrisa para mí, sólo para mí. Te he dicho mil veces, al menos, que no necesito más magia que la de tu amor, la de tus besos...
Ese día todo fue diferente. Al abrir sus manos, de entre la nada surgió una rosa de mil colores. Antes de que el dijera algo. Volvió a repetir la secuencia. Le entregó la rosa, volvió a mostrarle las manos vacías. Las cerró. Cerró sus ojos. Y al volver a abrirlas apareció un pequeño universo que giraba entre sus dedos. Le entregó el universo. Y volvió a repetir. La tercera vez apareció un torrente de agua , de mucha agua dulce, después salada, después unas palomas que danzaban en círculos, camellos que hacían reverencias, arlequines que jugaban desnudos, una montaña de nieve, mascaras, nubes de miel...

- Amor no sigas, nunca te pedí más que lo que encuentro en tu desnudez, en tu complicidad y en tus silencios.
- Nada tenía y nada tengo. El amor lo puede todo. Pero ahora de entre mis manos nace de nuevo la magia. Creo que el mundo puede volver a tener una oportunidad.

Ellos, en aquel callejón de una ciudad infecta y perdida, apunto de ser tragada por el calor, los errores de los hombres, y el insaciable hambre de amasar fortuna sin control descubrieron que la magia está al alcance de cualquiera. Otra cosa diferente es que con aquel descubrimiento pudieran hacer algo. Qué importa.

Entre el sol y la sombra de aquel callejón se abrazaron, se besaron, la felicidad se mezcló con algunas lágrimas. Nunca sabremos cuál fue el final de todo aquello. No se más. Mis sueños llegan hasta aquel instante, que confienso no saber si aún pasó todo aquello o no, o por el contrario aún está por llegar uno de estos días. Así es la magia no?.


el vecino del 4º

posdata: ni yo mismo sé qué poner en esta posdata, la magia me atrapó por la espalda, de repente, sin avisar, me sorprendió y me dejó sobre la mesa este historia...




7 comentarios:

Amaya Martín dijo...

La magia sorprende y abraza por la espalda en cada uno de tus relatos..nace entre tus manos, con la inmensidad y la fuerza del universo, una vez más..

Mil besos

Prometeo dijo...

La magia del amor, de la creacion...bella historia impreganda de ecos orientales, de los histoira, muchas muy crueles, de la biblia, de leyendas ancestrales....Cada dia que te leo descubro cosas nuevas y eso, eso es maravilloso. Un fuerte abarzo vecino.

El vecino del 4º dijo...

un placer compartir con ustedes todo este 4º piso, Amaya y Prometeo, y los demás, claro, es especial dejar aquí unas cuantas palabras y ver que de alguna manera suscitan sensaciones, sentimientos... en fin... así es la fantasía y así son los sueños, es una manera de comprobarlo en "directo", sin intermediarios, y eso siempre es muy emotivo.

Gracias.

El vecino del 4º

Silvana dijo...

La vida abrumadora de hoy en día no nos deja ver que en este mundo hay más magia de la ke uno piensa.

El vecino del 4º dijo...

asi es Silvana, la magia sigue estando ahí...siempre, jamás dejará de estar, sólo necesitamos estar con los ojos abiertos y al tanto...

gracias por la visita Silvana.

el vecino del 4º

Amaya Martín dijo...

Besos mágicos, sabáticos..

indya dijo...

Yo en cambio,el día que mis manos ó las suyas esten vacías ,que no encuentre ese universo , que no vea remolinos de palomas ni arlequines danzando, , ese día, me iré y es que.... de no ser así, quizás, no sea amor.

Muakkiss