lunes, 24 de septiembre de 2007

Llegaron nuevos vecinos.-

Qué gozada, cuando llegan a mi edificio nuevos vecinos me encanta. Les hago un seguimiento especial. Y en este acaso además os lo voy a contar.
No sé si estaban o no recien casados, no importa. No sé si eran pareja de hecho, si anteriormente habían vivido con otras parejas... no sé... lo cierto es que aquel mes de abril llegaron un chico y una chica, una jóven pareja. Alquilaron o compraron el segundo-D. Entraron en un piso vacío... llevaba un par de meses con el cartel de sevende-se alquila. Traían dos móchilas, no muy grandes y un maletín de portatil. Todas las ventanas estaban abiertas. No perdieron nada de tiempo, aquel 8 de abril del año pasado según cerraron la puerta de su pisito, dejaron las cosas en la entrada y al llegar al salón ya estaban unidos en un beso de esos de película. Sin apenas moverse sus ropas fueron cayendo al suelo, sin prisas sin dejarse de besar. Aquella misma tarde hicieron el amor una vez en el salón, otra al salir de la ducha un par de veces más antes de quedarse dormidos sobre una vieja manta de cuatros que pusieron sobre el suelo de una habitación.
A la semana siguiente ya les había visto hacer el amor en todas las dependencias del piso que seguía aún sin muebles. Se amaban como dos animales enamorados sin piedad y control.
Comenzaron a traer cosas. Una mesa, un colchón (al suelo directamente), una pequeña lámpara. Algunos cojines.
Pude observar que en la habitanción que tenían el cochón, el portatil y las mochilas era el lugar dónde menos hacían el amor. De hecho, estadisticamente fuí descubriendo que según la casa se llenaba de muebles y más trastos, dismunuía los lugares dónde hacer el amor y en número de veces también.
Posteriormente, pasados unos meses, cuando comenzaron a ser frecuentes las visitas de amigos y familiares, con la casa ya bien colocada, repleta de muebles, incluso se hicieron de un pequeño animal de compañía y unas hermosas plantas... apenas sí hacían el amor.
Hasta que un día me despertaron tremendos ruídos. Desde su piso la chica y el chico comenzarón a tirar cosas al patio común. Sin discutir, sin violencia... sin malas miradas. Poco a poco fueron tirando todo lo que habían reunido en los últimos 6 meses. Varios vecinos de mi edificio de mi edificio comenzaron a gritarles: si no recogeis todo esto nos lo vamos a quedar!!!!!!!!!...
Para entonces ellos habían hecho las paces, con el piso vacío... sobre la pared de uno de los pasillos, que da al patio se amaban como el primer día. A ella le saltaban las lágrimas de placer... a él le escuché decir: "que se lo queden todo, por mí... yo contigo tengo suficiente".
Días después les ví marcharse, llevaban sus mochilas y el portatil. El amor es increible.

El vecino del 4º

(Colgado en la red en Julio 2.006, cuando el pisín estaba en Terra...)

8 comentarios:

Anónimo dijo...

La felicidad vale tan poco que cuanto mas material se tiene menos se valora lo sentimental... que bonito Vecino..

Como siempre, genial, eres unico..

Besooooos

Carnmars dijo...

Para estar con una persona no hace falta nada, aunque no se puede vivir de amor, si lo tienes vivir se hace más facil!!!!

Muy bonito.

Besicos.

Malena dijo...

Querido vecino, para amarse no se necesitan grandes cosas. Una gran toalla en la playa y la luz de las estrellas. Un beso.

Anónimo dijo...

Mejor así, que cuando hay muebles son ellos los que cogen el polvo.


besos, y gracias por tus ánimos.

Anónimo dijo...

A esta pareja le sobraba todo lo que no fueran ellos...

El dia a dia con sus problemas y su rutina convierte el amor en algo tan banal...

Precioso, único,especial.. como todo lo que tus dedos tocan,

Un beso eterno
x

El vecino del 4º dijo...

...mmmmm...veo que estamos todas de acuerdo...jejjejejejjeje...lo que importa siempre es la pareja, sea del tipo que sea, ese binomio o trinomio, o quintento, en fin, ahí no hay reglas...a lo que vamos:coco,carn,malena,tam y mariqui...lo que realmente importa son esos momentos cuando los unos se entregan a los otros y se produce esa situación de magia y excitación, es como si el mundo se detuviera unos instantes, entre gemido y gemido... y cuando llega el final, el mundo timidamente, empieza a moverse, poco a poco...lentamente...jejejjejejjee..

besos eternos
este rincón tiene la vida que ustedes le dan

el vecino del 4º

Anónimo dijo...

Gran relato (como siempre) y gran verdad.

En esos momentos en los que los cuerpos hablan, se susurran…, se reclaman…, todo queda suspendido, todo menos el deseo carnal…, nada más existe…, sólo ellos obedeciendo a su deseo…, la locura los rapta y se abandonas…, se abandonan a esa locura…, hasta sucumbir en esa subida brutal de placer tierno…, salvaje…, indómito y maravillo….

Besos de luna llena

Duquesa_Van dijo...

Veciii me he venido a tu barrio...

lamaisondecoco.blogspot.com