jueves, 27 de septiembre de 2007

Simplemente, Coco.-









A Coco le tiembla ligeramente una de sus piernas, la izquierda, intenta disimularlo dando pequeños saltitos sin hacer demasiado ruido, eso le molesta mucho. Son los nervios, la excitación y las ganas de llegar. El camino se le está haciendo eterno. Pensó que lo mejor sería hacer el viaje en tren. Ahora van rápido como los fórmula 1. Pero no se puede fumar. Lo ha intentado todo. Si hubiera llevado el coche, las ventanillas irían abiertas, sonando la salsa a tope, moviendo los hombros y la cabeza , el pitillo encendido en los labios.

- Yo dejo esto cuando quiera. Pero no quiero. Qué ostias!!!...cuando tenga tiempo y me lo piense mejor. Ahora no toca. El día que quiero me fumo uno cada tres horas. El día que se me cruzan los cables en tres horas me he fumado un paquete. Y qué pasa coños???...

Va camino Madrid-Granada. Serán unas horas interminables pero el viaje merece la pena. Una tipa dura del foro. De toda la vida. Va a más de doscientos por horas por unos raíles infinitos, como una loca, en busca de un osado pirata del siglo XXI que la espera a las puertas de un mar infinito de sensaciones. Entre tanta velocidad y ansiedad por llegar, el tiempo de espera en el vagón va minando poco a poco. Ha probado de todo. Comer pipas peladas. Chicle de menta y canela. Regaliz rojo y negro. Ojear tres revistas. Mirar Sms antiguos. Nada. No se concentra. El revisor que va y viene. Niños que pelean por sus “Game Boy”. Sus padres que les gritan en voz bajita para que los pasajeros no se quejen al revisor. Una mulata jovencísima que pellizca a un viejo adinerado. Se ve a lo lejos que van al bar. Ella le sacará los euros. El se sentirá más joven, pero no culminará la faena. Fijo.

Todo un baile de personajes que van y vienen. Los ojos de Coco pasaron del estar abiertos. De la sorpresa, a la fura, a la indiferencia. Es como si todo ese trajín tipo “hermanos Marx en el camarote” de repente comenzara a relentizarse. El revisor desaparece. Los personajes. La luz se atenúa. El silencio se apodera y los ojos de Coco se van cerrando como en un dulce sueño. Un ligero traqueteo, como si ahora ya fuera sobre un viejo tren de madera y carbón. El pitido suena sin estridencias. Tiene para ella un vagón completo. No hay más luz que la que le rodea como en una caricia invisible. Sin aviso alguno, unas manos la rodean. No hay más allá. Cierra los ojos y se deja llevar, acaso, por sensaciones nuevas.

No puede moverse. No intenta gritar. Ni se asombra, ni se sorprende. Ese tacto no es nuevo. Esas manos no son desconocidas. Coco lejos de asustarse cierra con más fuerzas sus ojos. Baja su pierna izquierda al suelo y entreabre sus piernas delicadamente, como esperando caricias conocidas. Siempre ha sabido jugar y apostar fuerte. Siempre ha sabido que apostar no siempre es ganar. Que ganar es pasajero y que cuando se pierde la carne arde, por la ira y la rabia, con un olor indescriptible, afortunadamente pasajero. Siempre ha sabido saltar de un tren en marcha.

Ahora no quiere que sus ideas la puedan. Ahora aprieta los ojos y desea que hablen los poros, que la piel se erice, que los gemidos sean la bandera y la patria en esos instantes robados al tiempo. Ahora sólo es sexo. Pero siempre la curiosidad le puede, entreabre uno de sus ojillos pícaros y el espectáculo es indescriptible.
Poca luz, muchas velas encendidas. Moviéndose tímidas y coquetas. Multicolores. Regalos sobre una cama recién hecha. El cava preferido. Helado. Un pirata desnudo el torso. Tapado el ojo. Las manos más ligeras que el viento del Sur y mas calientes que las arenas del deseo. Mierda, para qué seguir mirando. Mejor cerrar los ojos y disfrutar el momento, piensa Coco. Un vagón carnal e íntimo, para ellos dos solos. Los gemidos se unen al pitido de la locomotora que arde sobre el rail que roza el cuerpo y el deseo más excitado, más soñado e imaginado que en cualquiera de sus aventuras pasadas inventadas, vividas o deseadas.

Coco atrapa con sus piernas una mano pirata, muerde como tiburón, rasga como pez espada. Canta y grita como sirena alocada. Salta sobre el pirata camaleón, le derrumba, le dribla, se deja acariciar y desfallece para saltar de nuevo sobre su presa. Se convierte en loba y sumisa con tanta rapidez, que no es fácil distinguir quién es capitán y quién grumete. Mojada entre el fuego de babor y las velas al viento, el sabor de la victoria y la tensión de la revuelta va dejando los cuerpos derrengados entre el placer y el cansancio. Para qué parar a comer, a beber. Roban al tiempo, lo que pueden entre arañazo y arañazo.

- Señorita. Es la hora de bajarse. Usted y el tren han llegado a Granada.

Coco abre los ojos. Poner cara de que por supuesto ella es consciente de haber llegado a su destino. Cierra las piernas, discretamente, tose delicadamente, se pone bien las gafas con su índice derecho y como una gacela se despide amablemente.

Al salir al anden, a lo lejos, alguien con ojos de oso panda, la recibe bailando como los lobos jóvenes. A Coco se le estremece el cuerpo. Se le eriza la piel. Se funden en un beso insultante, carnoso y sin límites.

- Cariño, vamos. Te tengo preparado una sorpresa. Sólo te diré que no saldremos de mi keli este finde. Lo tengo todo preparado.
- Lo que quieras amor. Espero llegar para ver las velas, mis regalos, y el cava bien fresco.
- Cómo????... cómo puedes saberlo???... yo soy un pirata, pero tú eres la bruja más hermosa que jamás he visto. Si me entero que mi colega te ha mandado un Sms, para chivartelo todo. Le mato.

Coco atrapa por la cintura a su pirata. Le grita, en voz baja, al oído. Cierra los ojos. Soñemos un instante, eterno, más.
En Granada se puede oler la jara y la retama, el azahar y la canela. Los versos del poeta se escuchan como susurros entre las callejuelas mientras los amantes se tumban sobre la seda invisible de la tarde cómplice.
Mereció la pena el viaje.


Tu vecino del 4º

Posdata: qué fácil es soñar en Granada, qué fácil es soñar donde se quiere soñar. No pierdas ese encanto y esa magía Coco. (ronnnnnnnnnnnn...la boteelllllaaaaaa de ronnnnnnnnnnn!!!!!)...



12 comentarios:

Adare dijo...

Soy la primeeeeer!!!!
^^
Que ilu ^^
Si lo sé posteo antes de leerlo para que nadie se me adelante. Pero bueno, ahora que lo he leído tendré que decir también que, como no, me gusta :P

Duquesa_Van dijo...

Vecino....

Me encanta!!!! Eres único, eres genial, eres el mejor!!! quieres escribir el libro de mi vida??
Me haces sentir que lo estoy viviendo ahora mismo, casi como lo vivi en su momento, casi puedo notar los olores y las burbujas del cava... gracias a ti. No se como agradecertelo..

Te debo una tarde de café, de charlas, de besos y abrazos.

Miles de besos vecino!!

Mariquilla Terremoto dijo...

Pero que bonitooooooo!!! eres un crack vecino!!

Sé vé que conoces bien a este Coco loco eh?? jajajja. Esos regalitos en la cama, esa impaciencia por verlo, esa ilusión..., si es que sus ojos lo dicen todo cuando esta cerca de su pirata.

Le sale el amor por las orejas,.. nena; no pierdas nunca esa chispa que tienes.. que es casi contagiosa, eso ya lo sabes no?

Una vez más, vecino; eres un mago de la palabra, un artista de la pluma (o el teclado, que los tiempos han cambiado...jeje), sabes poner palabras a sentimientos como nadie..

Un beso eterno
Mariqui x

pandora dijo...

unas palabras bonitas para una historia preciosa, nos ha tocado verla nacer y acompañarla en su trayecto, que suerte la nuestra vecino.

Un beso desde mi caja.
pandora.

lunadeplata dijo...

Me encanta viajar en tren... es el medio de transporte que más te transporta al lugar de los sueños, de la magia y de los deseos...
Cuando me subo en un tren, observo a mis vecinos de vagón, y trato de descubrir que piensan, q sienten, imagino sus vidas... y descubro la mía tb.
Me encanta viajar en tren! haber si algún día coincidimos en el vagón!!!
Un relato genial, y con muxo arte!Besitos desde la luna

El vecino del 4º dijo...

Adare: me alegro, muchas veces llegaste la primera en la luna, muchas veces te fuiste la última...ahora en el piso no puedo tampoco quejarme...la puerta abierta siempre, pasas y siempre dejas algo...besos Adare...

Coco: me alegro que te haya gustado...que ocurran este tipo de cosas hacen que la vida tenga algo por lo que seguir luchando...besos Coco, un buen café y una buena charla será suficiente, los besos y los abrazos van incluídos, sin duda...vive Coco...cómo me alegro por tí...muaksssssss...

Mariqui: jejejejjeje...contigo es fácil dejarse llevar por la imaginación e hilar palabra sobre palabra, siempre animas...besos mil, desde el otro lado de la ventana...muaksssssss

Pandora: cierto, como discretos espectadores, antes de que nada ocurriera, ya cruzamos miradas, como sabiendo lo que habría de venir...jajajjajaja...besossss Pandora...

Luna de plata: sin duda en los trenes existe algo especial, la magia siempre circula sobre los railes, existen infinitas historias entre vagones y vagones...muakkkkkkkkkkssss


a todas...gracias...permitís cada día que la fantasía fluya en un rincón perdido como este...os felicito...

vuestro vecino del 4º

Anónimo dijo...

Este post es precioso...me recuerda a una peli que vi hace años que se titula "Al sur de Granada"...En ella, un filólogo inglés, Gerald Brenam se prenda de una chica granadina, Juliana y de repente, la filología deja de ser algo plasmable en folios, para serlo en piel, y los sonetos dejan de ser palabras para ser suspiros...en fin...todo puede pasar al sur de Granada...y sobre todo, en tren.

Misstwenty dijo...

Vecinitoooooo!!!jejej!!
Pasada de historiaaaaaa!!!Me ha encantadooo!! y más conocer a los protas, jejeje!!Geniaaaaal eres geniaaaaal escribiendo!!
No tengo palabras!!
Un besazoooooooooooooooooooooooo!!!
muaaaks!!

Anónimo dijo...

Que fácil es soñar en el 4º...

Soñando... besos.

Anónimo dijo...

Hoy pasé una hermosa tarde otoñal de domingo, estar en tu casa te llena de luces, de sueños, de aromas y de notas musicales que despiertan el alma.

Gracias

Adare dijo...

Tengo rosas rojas en la "terraza". Están un poco abiertas, pero si quieres alguna antes de que se echen a perder...

Te la cambio por una historia... Yo tb quiero aventuras xDDDDD

Por cierto, no se si leiste "aquello"... es muy estúpido, pero me gusta ^^

El vecino del 4º dijo...

Adare, gracias por las rosas rojas. Están hermosas. Te escribiré una historia. Sin duda.
Envíame un correo. Y te cuento. ok?
Por cierto leí "aquello", te he dejado un comen en tu blog.
Besos.
Muaksssssssssss...

tu vecino del 4º