
Miro para ver, veo para soñar, sueño para cambiar el horizonte, busco en la palabra el punto de encuentro para convivir...tal vez parezca poco, yo creo que es suficiente para empezar...pasa y mira con ojos abiertos...
domingo, 27 de diciembre de 2009
digame.

domingo, 20 de diciembre de 2009
El caballero de la luna invisible.-

el vecino del 4º
posdata: el viento en la ciudad circula sin pedir permiso, y bien seguro que tiene su propio lenguaje...una pena que no nos paremos a escuchar...
viernes, 11 de diciembre de 2009
mágica navidad...

lunes, 30 de noviembre de 2009
Enigma, sin memoria...

jueves, 26 de noviembre de 2009
princesa azul

Piensa en sus cosas y mientras, el alma que no encuentra, que no sabe dónde está, le duele más que si la hubiera vuelto a golpear por pensar en sus cosas.
El día es soleado, las calles ondean pancartas, en la radio alguien teoriza, con berborrea exhultante, sobre los malos tratos, sobre la violencia de género... Ella mientras, clava sus ojos en el horizonte en busca, tal vez, de un agujero negro que la transporte a un mundo sin príncipes azules.
martes, 17 de noviembre de 2009
fruta fresca...

miércoles, 4 de noviembre de 2009
un instante...

lunes, 26 de octubre de 2009
en ningún universo...

martes, 6 de octubre de 2009
sin billete

martes, 22 de septiembre de 2009
Sorpresa

martes, 1 de septiembre de 2009
De vuelta...
Tal vez llevaba demasiado tiempo instalado en mi 4º piso, sin salir a ninguna parte, sin perderme entre los callejas de cualquier ciudad, ni lejana ni próxima. Ultimamente, ni si quiera me había molestado en dar una vuelta por los alrededores de mi viejo barrio.
Si, tal vez demasiado tiempo, mirando al horizonte, desde mi ventana virtual, invisible e imaginaria . Demasiado tiempo entre las plantas, procurando que no se secara ninguna, entre los personajes y los papeles que saltan cada dos por tres de entre las cortinas, las sábanas y los sueños de mi minusculo piso. Por eso cuando programé una escapada, un viaje de esos que son necesarios para seguir viviendo de nuevo en mi 4º piso...reconozco que tenía mis dudas. En fin, esta vez la idea era salir de Madrid, llegar hasta Budapest y entre medias y a la vuelta pasar por Viena, Venecia...en fin... unos cuantos kilometros en coche.
La cosa fue sencilla, nada de programar nada. Todo improvisado. A lo que diera la carretera, a lo que diera el cuerpo. Mochila, mapa, algo para llevar a la boca y patear la calle. Hacía años que no corría por esas carreteras de la vieja Europa sin pensar demasiado en los puntos, las normas, lo calculado y en todo lo demás. Sin más, pisé el acelarador y la memoria se puso a cero. Ahora se trataba de empezar a ver para vivir, para después volver a imaginar.
Primero empecé haciendo fotos a todo lo que se movía. También, como no, a todo lo que estaba quieto en los últimos quinientos años y me impresionó por alguna razón. Esos edificios silenciosos y bien o mal cuidados, pero que todos guardan cientos de secretos, intrigas y lios tremendos de faldas.
El fallido imperio Austro-Hungaro, me dió que pensar, y decidí pasar a visitar Viena, el centro político y social de Austria.
Los días pasaban entre descubrimientos, rincones mágicos, personajes de ahora y de siempre. El cuerpo se iba ogotando, pero las comidas nuevas hacen el viaje más liviano. Las bebidas y pócimas por descubrir lo hacen más entretenido. Siempre se agradece que un músico arroje la funda de su violín al suelo y toque algo de Vivaldi. Sin apenas darme cuenta, de un salto, estaba aterrizando en la Piazza de Roma, desde dónde has de abandonar el coche para empezar la aventura de adentrarte en las callejuelas y cruzar una infinidad de puentes en Venecia, para llegar finalmente a la Plaza de San Marco.
Se tiene la idea de que la edad Media pasó hace cientos de años, es falso, en Venecia la Edad Media sigue allí instalada en cada puerta, en cada puente, en cada rincón, entre las sombras y las luces. Conozco París y la llaman la ciudad de la luz. Venecia es especial en cuanto luz y por muchas otras cosas, al menos el día que yo la vi. Tiene una luz increible, una belleza que transporta al instante, los mercaderes, las góndolas, las risas de las italianas, las voces en alto. El aroma a cientos de años de mascaras y carnavales. Siempre que llego a un lugar nuevo digo: aquí es dónde quiero vivir. En Venecia estoy seguro que sería capaz de vivir sin dormir. Todo hace que los sentidos se aviven. La música, el olor a incienso de sus cientos de iglesias, una en cada plaza, no podría contar las plazuelas que pateé en unas horas.
Con todos estos y muchos más recuerdos me saltaban en la cabeza, iba acercándome a ese Madrid, del que salí días atras. De nuevo acercándome a esa urbe que me atrapó hace más de 25 años y de la que no puedo, ni quiero escapar. La carretera se me hacía infinita, pero delicada, el calor ya apenas lo notaba, la luna haciendome guiños, el cuerpo aguantando, al llegar a casa habría recorrido unos 6300 kilómetros. No estaba mal. Todo había salido según lo no previsto. Ahora me apetecía llegar a casa, ver que todo estaba en su lugar, abrir la ventana, confirmar que las plantas, cuidadas con delicadeza por Nina, estaban sanas y salvas. Hogar, dulce hogar. Deseaba llegar a mi 4º y buscar entre los recuerdos del viaje, esperar a que algún personaje surgiera y diera la cara.
Abrí la puerta de mi piso, silencioso, aireado, las plantas perfectas, todo limpio, impoluto, ordenado. Pero al instante noté que algo estaba ocurriendo. No era normal tanta quietud, tanto silencio. Qué estaba pasando en mi cuarto piso???...
A mi espalda es como si notara una presencia, alguien me estaba vigilando???...Qué me podía pasar en mi territorio, en mi propio piso, en mi castillo de marfil esculpido sobre las nubes de cristal de murano. Nada. Me relajé, lo achaqué al cansancio del viaje, abrí el gripo de la bañera con agua caliente. Sales de baño, incienso, música, para empezar Bach.
Ya en el agua, cerré los ojos procurando centrarme en todo lo que había visto, me habían contado. Esperando que algún momento algún personaje me saltara a la imaginación. Tenía ganas de volver a sentir esa sensación especial. Algo se mueve dentro de la cabeza y las palabras parece como si se pusieran de acuerdo. Empiezas a teclear como poseído por el portátil y cuando te das cuentas los personajes te llevan de un parrafo al otro. Se construye una historia misteriosamente y al final lo único que deseas que alguién la lea. Lo demás poco importa.
Aquella tarde la cosa fue distinta. Empecé a escuchar voces. No quise abrir los ojos, para qué.
- Te crees muy habil, no???... te has dado una vuelta de lujo por todos esos sitios, y ahora vienes a descansar como el guerrero, con su botín. Lo tienes claro. Aquí no cabemos más.
Era la voz como de un viejo bucanero, sus toses me recordaron alguna historia pasada. Al poco una voz de mujer, insinuante me dijo también.
- Oye, monín, somos muchas las que hemos la calle para estar aquí y que tú cuentes nuestras cosas. Sabes????...nosotras tenemos preferencia. O cuentas lo mío primero o llamo a mi chulo y te dejará la cara marcada para los restos.
No me dió tiempo a responder. Mi silencio supongo que se interpretó como una vía para que cada cual hablara de lo suyo...
- Muy bonito vecino, nosotros aquí esperandote todo el verano, sin salir por las noches por esas terrazas de pecado, esperando que tú nos describas, cuentes nuestros secretos, nuestros sueños...cientos de personajes, que nos hemos ido apilando en tu puto pisín. Ordenados por números, que esto ya parece la Seguridad Social. Y ahora vas y quieres traerte a otros. Antes que nosotros???... De eso nada pringao.
Así pasaron unos minutos interminables, un sinfín de quejas que se fueron apilando a los pies de mi bañera. Respiré profundo, iba a gritar para sublemarme cuando el teléfono llamó mi atención.
Al otro lado la voz de un buen amigo.
- Bueno tronko, sé que has vuelto, he visto tu coche por el barrio, sin un arañazo. Supongo que todo bien. Vamos ponte algo que nos vamos de birras. No estarías durmiendo????....Has tardado un huevo en cogerme el telefono, menos mal que eres de esos que no tiene el contestador activado, si no te hubiera puesto bueno. Vamos, espabílate que tienes que contarmelo todo.
- No claro. Supongo que no estaba duermiendo. Salgo de la bañera. En cinco minutos estoy en la plazita.
En fin, ya de vuelta, veo que todo sigue igual. El calor de este agosto es como un rayo de fuego que atraviesa nuestros sueños. La plazita estará ardiendo, pero para compensar, la birrita fría la hará menos insufrible. Seguro que las faldas de las chicas esta noche estarán más cortas que nunca, y los escotes descubrirán algunos de sus mejores secretos. Me he debido quedar dormido por unos instantes. O no... nunca se diferenciar bien entre sueños y fantasías.
El vecino del 4º
Posdata: de nuevo de vuelta, desde mi 4º, entremezclando palabras de siempre con sueños nuevos, sueños nuevos con palabras inexplicables...en fin... por aquí ando...pasen y vean...
domingo, 9 de agosto de 2009
Un poco tarde...

martes, 28 de julio de 2009
Me he convertido en una máquina.-

Me la encontré sentada sobre las escaleras, entre el tercer y el cuarto piso de mi edificio. Siempre me había llamado la atención su aire distante, su manera especial de vestir, de pasar desapercibida. Nunca asistió a las reuniones de vecinos desde que fuera propietaria. No se la conocían ni amistades, ni familiares, ni novios ni amiguitas. Nada. Nunca hubo manera de esbozar algo o parte de su biografía. Jamás en su piso se escuchó ruido extraño o música alguna, ni alta ni baja.
Mis vecinos con el tiempo, dejaron de hablar de élla, ni mal ni bien. No encontraron manera ni siquiera de inventarse chismes o cotilleos sobre ella. En parte ese fue su triunfo. Supongo también que su fin.
Aquella noche de finales de Julio el calor galopaba por cada rincón del edificio. Salí a la terraza y el aire se había quedado parado, busque agua fresca en el frigorífico y estaba caliente como para preparar un té. Sin saber qué hacer decidí abrir la puerta de mi piso intentando buscar algo más de corriente. Imposible. Además, allí estaba élla.
Los ojos clavados en ninguna parte, en el infinito, el rimel corrido, inmóvil, incluso pensé que no respiraba. Una especie de miedo del pasado se apoderó de mí. Estaba vestida como si viniera o como si hubiera intentado salir para alguna cena de gala, alguna fiesta tal vez.
A los pocos minutos, después de toser en varias ocasiones, ofrecerle agua, té, algún café con hielo...sin encontrar respuesta, me atreví a rozar ligeramente uno de sus brazos para animarla de alguna manera.
Un tanto extrañado comprobé que estaba helada. Sin saber qué hacer me acerqué a ella, reposé mi rostro sobre su hombro y le dije con voz pausada. Como si hablara a esa amiga de la que llevas enamorado toda una vida.
- Llevo tiempo deseando hablar contigo, pero eres muy escurridiza. Comprendo que en este edificio no es fácil hacer amigos. Pero quiero que sepas que mi 4º está abierto para ti, siempre que tú quieras.
Mi oído escuchó con toda claridad, un ligero sonido bien conocido que no supe orientarme de dónde procedía. Tic-tac-tic-tac... Pensé que era un tonto al imaginar que fuera su corazón.
No sabía que estaba ocurriendo. Después todo fue muy rápido, decidí llamar a urgencias, vinieron en pocos minutos. Ella seguía inmóvil, trataron de reanimarla, allí mismo delante de mis ojos, en una de sus manos tenía un papel arrugado que perdió cuando la subieron a la camilla. El sonido de la ambulancia se difuminó en la noche y el calor seguía abrasando cada uno de los rincones del barrio.
Aún conservo aquel papel. Nunca más la volvimos a ver. En noches como esta, busco en la estantería de mi estudio y leo aquel papel aún rugoso, las manos me sudan como si estuviera llorando en silencio, un escalofrío de fuego me recorre la espalda, aquella frase resuena en mis sueños muy a menudo: “ Me he convertido en una máquina”.
martes, 21 de julio de 2009
...bukaneros en la city...

Su dedo índice la repasaba una y otra vez, aunque con disimulo, porque desde el primer día se juró no olvidar aquella marca. Aunque tampoco era conveniente que nadie pensara que esa podría ser su debilidad. Sólo esperaba el mejor momento para una venganza apropiada. Todos tenían que saber que él era el más temible y cruel de todos los bucaneros. Los que vivían aún, los que habían muerto en tiempos pasados, e incluso más que los que habrían de nacer en otros tiempos futuros.
Mórgan, aquella mañana tras levantarse, escupió sobre el suelo de madera, se rascó la entrepierna porque las ladillas no paraban de picarle, y aún bostezando pidió ron caliente y que alguien le trajera la vieja pipa encendida.
El día se había levantado azul brillante, una suave brisa con sabor salado y a mar abierto le golpeaba el rostro agrietado, reseco y sin afeitar. Unos cuantos marineros huyeron cuando oyeron subir por las escaleras al capitán. Le precedían unas toses secas, el ruido de sus botas y como le sonaban todas las armas que colgaban de su cinturón, siempre a mano para entrar en batalla cuando fuera preciso. Dos enormes pistolas, siempre cargadas, un par de espadas, una a cada lado, y al menos, que se viera a simple vista tres puñales con diferentes formas. Sobre su hombro, casi siempre, una asustadiza cacatúa a la que llama Heleen.
La cubierta permanecía en solitario, el barco navegaba a una velocidad perfecta, como si se dejara llevar sólo, sin tripulación alguna, en busca de sirenas y tesoros.
-Me acabo de levantar, es que no hay nadie por los alrededores???...Nadie piensa decirme nada???...Ya sabéis que no me gusta estar solo...dónde se mete la gente en este maldito lugar??? O es que queréis que para desayunar cuelgue a alguien de la vela mayor???...Vamos... venid aquí de inmediato...
-Shhhhhhhsssssss!!!!....Calla, Jaime...qué haces dando gritos a estas horas...como despiertes a tu padre...seguro que te manda a lavar otra vez el coche...anda...calla y tómate la leche con los cereales... qué tal has dormido???...anoche te oí gritar, parecía que tuvieras una pesadilla, si es que ya te he dicho que lees libros y más libros... un día de estos de pasará algo como a Don Quijote...anda...come que esto te sentará bien...
-Si te oye tu padre...anda no digas más bobadas, calla y tomate un buen desayuno que es lo que necesitas.
El mar estaba, al fin, en calma, el horizonte dibujaba una línea delgada azul y en el cielo un sol de justicia calentaba las velas de un barco que invisible recorría los mares del otro lado del infinito. Robarían los tesoros escondidos y amontonados por todos aquellos usureros y comerciantes que a su vez antes robaron en cualquier parte del universo. El olor a ron, sal y viento fresco se mezclaba con los deseos de poder besar a una bella mujer la próxima vez que atracaran en puerto.
el vecino del 4º
posdata: las fantasías que nacen de las lecturas fantásticas son indescriptibles...es un placer que va más allá de cualquier lugar y que permanece en nuestro interior, junto a los mejores secretos sin duda...
martes, 7 de julio de 2009
Cerrado temporalmente...por obras...

viernes, 26 de junio de 2009
Invisible.-

domingo, 7 de junio de 2009
momento mágico

sábado, 6 de junio de 2009
utopia

martes, 26 de mayo de 2009
Café Gijón en abril.-

domingo, 17 de mayo de 2009
dudapatológicarazonable???

martes, 28 de abril de 2009
Curriculum Vitae.-

- Nombre.
- La verdad es que nunca me ha gustado mi nombre. Siempre me han dicho que en entrevistas laborales pase por alto este detalle. Pero le seré sincero, prefiero que no me haga pronunciar el mío.
- Edad.
- Tengo casi 50, soy así de impreciso siempre.
- Experiencia laboral.
- Toda la del mundo, he trabajo desde los 14 años, aunque mi estatus me permitiera no hacerlo. Mi curriculum debe ser el más grande de todos los que nos presentamos. No soy partidario de estar fijo, voy cambiando de empresa casi cada dos años. Ahora creo que quiero sentar la cabeza.
- ...
- Su silencio, y esa sonrrisa, si me lo permite, Señora, me da a entender que aún sigo en la lista de los posibles para el puesto.
- ???...
- Creáme... soy el mejor...no sé si en esta empresa duraré más que en otras, pero de mi trabajo no tendrán quejas. Posiblemente de mis costumbres, mis rarezas y demás cuestiones si. Ya se lo aviso yo.
- Muy bien, algo más que quiera resaltar en la entrevista señor.
- Si, recuerdele a su jefe, que por fín he venido a la entrevista, sabe?...es mi mejor amigo desde la infancia, en realidad es el único que aún tengo. Aceptaré este trabajo sobre todo por él, pero que no se vaya a creer que comprará mi voluntad. Trasladele mis saludos y dígale que la próxima partida de golf, también la ganaré yo. Gracias por todo. Ahora me tengo que ir. Cuando esté listo mi contrato me pasaré a firmarlo. Chao.
- ???...
Estoy deseando llegar a casa para quitarme el puto traje, me daré un buen baño, haré unas llamadas y tal vez de una cabezada antes de la comida. Qué asco de vida...todo esto me estresa...
posdata: también a los ricos la crisis les afecta...qué pena...
lunes, 20 de abril de 2009
Diálogos sin límites.-

- Oiga usted...
- A mí no me des el tratamiento trasnochado de usted.
- Bien oye, tú...
- Que sepas, que si empezamos a faltarnos el respeto, mal vamos.
- En qué quedamos pues?...
- Yo quedo con quién me parece. No tengo por qué darte tantas explicaciones.
- Es usted un impertinente.
- Pero vamos a ver... a tí...cuántas veces hay que decirte las cosas???. No te dije que me tutearas???...
- Eres imposible. Abandono.
- No hay nada imposible. Si tu te vas, es cosa tuya. Entro yo y que el doctor me de la baja ya. Lo demás me importa poco.
- ...
- Ves???...intentas dialogar con la gente y no aguanta nada...Es lo que digo yo...dialogar es difícil, no todo el mundo está preparado...
el vecino del 4º
posdata: la misma esencia de la mejor de las democracias, está en la capacidad para desarrollar el diálogo y que este produzca acuerdos...que nos beneficien a todos... a veces es pura especulación teórica...en fin...habrá que seguir intentándolo...no???...
miércoles, 15 de abril de 2009
cargo nuevo.-
